miércoles, 1 de abril de 2015

III. Comunicado de Memoria y Libertad



 
El año pasado había contabilizadas 2685 personas fusiladas en esta tapia del Cementerio del Este. En este momento la cifra se ha incrementado con una persona más, el último alcalde republicano de Aravaca. Este hallazgo nos demuestra que la cifra final de los fusilamientos fascistas no es definitiva y que debido al gran trabajo de ocultación de la represión llevado a cabo por los victoriosos golpistas, quizá nunca sea conocida en toda su dimensión. 
Aún viven personas que tienen grabado en su cerebro el sonido de los tiros de gracia de los pelotones de fusilamiento, pocas ya, son mujeres que estaban presas en la cárcel de Ventas o gente que vivía por la zona; y cuando lo cuentan , y no se lo cuentan a cualquiera, porque tiene que ser a alguien de confianza, lloran y viven muertas de miedo, todavía. Temblar y llorar de miedo por algo que ocurrió en 1939 siendo ya 2015 y a punto de cumplirse un siglo de los asesinatos. Viviendo momentos que se han quedado detenidos. Llorando llantos que no han acabado. Sintiendo un miedo que no se acaba. Este miedo que no es como el llanto. Este miedo que no sale de dentro porque viene de fuera. Para el miedo, dicen quienes lo alimentan, hay remedio: el miedo se cura con el olvido. Eso dicen, pero no es verdad. Esta clase de miedo largo y de raíz profunda solo se cura con la verdad, con la justicia y con la reparación o mejor dicho con las reparaciones, la moral y la económica, y la de todos.
Ese miedo se curará cuando el estado en que vivimos llame por su nombre al golpe de estado,  llame por su nombre a la defensa de la república, llame por su nombre al exterminio, llame por su nombre y condene el fascismo.
Viva la República.

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